lunes, 26 de noviembre de 2012

Comentario sobre el libro "Ideas. Historia intelectual de la humanidad"

Watson, Peter: Ideas. Historia intelectual de la humanidad, Editorial Crítica, 2008 (original en inglés, 2005)

Se trata de una obra magna, en la cual el autor nos ofrece el espléndido y apasionante panorama de la historia cultural e intelectual de la humanidad desde la prehistoria hasta los comienzos del siglo XX –la obra se completa con otro libro anterior del mismo autor: Historia intelectual del siglo XX.

El propósito del autor es mostrar el desarrollo de las ideas, los inventos y las innovaciones que han tenido una influencia a largo plazo en la forma en que vivimos y pensamos. Por sus casi 1.200 páginas (sin contar las notas e índices) vemos desfilar el origen y el desarrollo de la escritura, de la filosofía, de las religiones y la superación de las mismas, de la literatura, de las innovaciones tecnológicas, del arte, de los descubrimientos, del experimento y de la ciencia, desde la Edad de Piedra hasta casi nuestros días. En fin, un panorama fascinante de la aventura del ser humano por ascender y progresar desde la barbarie hasta la civilización, que es imposible ni siquiera intentar resumir en unas líneas, pero el cual os invito a contemplar mediante la lectura de este libro monumental.

Una aspecto fundamental, y transversal a través del libro, es el que trata de la idea de Europa y de los orígenes de la civilización occidental: mientras algunas culturas ancestrales, como las de la China y la India, entraban en su anquilosamiento y decadencia; mientras otra, como la islámica, que había sido adalid de la civilización durante algunos siglos, se estancaba y retrocedía sumida en el fundamentalismo religioso, Europa entraba en una fase de desarrollo en todos los órdenes: científico, tecnológico, artístico, económico, en cuanto a las libertades personales, etc. El autor examina con detalle las diversas hipótesis y los factores que contribuyeron a este desarrollo excepcional: factores geográficos, como su situación en una zona templada, su orientación este-oeste, la existencia de grandes ríos navegables que penetran el su interior, lo cual favoreció el desarrollo del comercio y del intercambio de ideas; factores históricos, como el conflicto de las investiduras entre el papado y el imperio, que junto a los cismas papales y a la reforma protestante contribuyeron a erosionar la idea de poder divino y absoluto; la aparición y el desarrollo de los colegios y las universidades en la Edad Media como centros de pensamiento independiente, y el clima intelectual de discusión y debate relativamente libre existente en ellos; el redescubrimiento de la cultura clásica y la introducción de los avances indios y árabes en matemáticas y en ciencias, y de la filosofía griega, a través de las traducciones; el papel de intelectuales como Alberto Magno y Tomás de Aquino, que introdujeron en el mundo cristiano el racionalismo aristotélico, a pesar del rechazo inicial de la Iglesia; el interés por el método experimental, que posibilitó el desarrollo de la ciencia, y después de las revoluciones cientificotécnica e industrial, etc.

En definitiva, se trata de una obra totalmente recomendable a los que no se asusten por los libros grandes, se sientan atraídos por la historia de la cultura y sientan curiosidad por saber de dónde venimos y cómo hemos llegado a ser lo que somos.